Te invitamos a recorrer los relatos escritos que forman parte del primer archivo virtual del Museo Histórico Nacional, de carácter público y colaborativo, que dan testimonio a lo vivido en tiempos de cuarentena.
Mi papá murió buscando pega. Desde noviembre del año pasado se encontraba cesante. La obra donde trabajaba paralizó su faena como consecuencia del estallido social. Desde Coihueco regresó a Santiago, sosteniendo a su familia con la indemnización recibida. También realizó algunos “pololos” gracias al contacto de familiares y conocidos.
Después de tantos días sin salir de mi departamento, lejos de descansar, siento un letargo permanente, cuando se va el sol, con el se va mi energía. Me duermo así temprano, temprano me levanto. Eran las 4:30 de la mañana, me desperté con el ulular del viento, ¡no me lo podía perder!, llevaba días sin sentirlo en la piel, al menos mi cara necesitaba un golpe de viento frío, me paré como un resorte, abrí el ventanal de par en par y salí, no sentí frío, sino caricias, calma, plenitud, un regalo de Dios en medio del encierro.
La verdad es que no tengo muchas novedades que contar: casi lo único que hago es estudiar, comer, ver memes en instagram y dormir, especialmente en este año que tengo que preparar la llamada "Prueba de Transición" y en estas semanas en que ya no puedo salir a convivir con mis vecinos del condominio desde que mi mamá dió positivo el lunes pasado.
Niños en cuarentena. Testimonio de 4 niños de diferentes edades. 1 casa, 4 mundos diferentes.
En la parte alta de mi closet, en lo que llaman maletero pero donde nunca hay una maleta sino aquello que uno guarda a la espera de volver a usar algún día que nunca llega...
Me estoy ahogando, Me ahogo en mi encarcelamiento, En mi propia soledad, En el aislamiento. Me asfixio en mis clases, En el cansancio y aburrimiento, Pues ya no son presenciales...
Es viernes por la noche en Av. Chacabuco y por donde habitualmente circulaban cientos de personas, hoy en pandemia solo se logra apreciar a transeúntes junto a sus mascotas...
"Son raros estos tiempos de pandemia, están llenos de incertidumbres, miedos y fantasmas".
Mi papá murió buscando pega. Desde noviembre del año pasado se encontraba cesante. La obra donde trabajaba paralizó su faena como consecuencia del estallido social. Desde Coihueco regresó a Santiago, sosteniendo a su familia con la indemnización recibida. También realizó algunos “pololos” gracias al contacto de familiares y conocidos.