Cuarentena no me dejas ir al parque
Ni a la escuela
No puedo ir por las Calles
Ni por las veredas
Encerrada estoy
Estudiando y cocinando
Para mi vida ir mejorando…

Después de tantos días sin salir de mi departamento, lejos de descansar, siento un letargo permanente, cuando se va el sol, con el se va mi energía. Me duermo así temprano, temprano me levanto. Eran las 4:30 de la mañana, me desperté con el ulular del viento, ¡no me lo podía perder!, llevaba días sin sentirlo en la piel, al menos mi cara necesitaba un golpe de viento frío, me paré como un resorte, abrí el ventanal de par en par y salí, no sentí frío, sino caricias, calma, plenitud, un regalo de Dios en medio del encierro.