Estar en primera línea es agotador, desgastador, pero dentro de todo nos da la oportunidad de compartir con otros, las 2 semanas en la casa se hacen eterna, entre clases virtuales de los hijos y el aprender a vivir entre 4 paredes y el roce que esto genera…..imagino aquellos que viven en condiciones de hacinamiento…..que triste debe ser.

Me estoy ahogando,
Me ahogo en mi encarcelamiento,
En mi propia soledad,
En el aislamiento.
Me asfixio en mis clases,
En el cansancio y aburrimiento,
Pues ya no son presenciales…

«Son raros estos tiempos de pandemia, están llenos de incertidumbres, miedos y fantasmas».