Estar en primera línea es agotador, desgastador, pero dentro de todo nos da la oportunidad de compartir con otros, las 2 semanas en la casa se hacen eterna, entre clases virtuales de los hijos y el aprender a vivir entre 4 paredes y el roce que esto genera…..imagino aquellos que viven en condiciones de hacinamiento…..que triste debe ser.